IMG_2330

Nos adentrábamos al fondo del mar. En medio de una completa oscuridad, solo seguíamos los pasos y las voces de nuestros guías Guilmer y Alfonso. ¿Miedo? ¡Jamás! Lo contrario. Mis 5 amigas y yo nos sentíamos emocionadas por la absoluta tranquilidad, por el maravilloso espectáculo de estrellas del que éramos espectadoras y de lo que veríamos tan pronto avanzáramos unos pasos más.  

Caminamos casi 300 metros y el agua apenas cubría nuestras rodillas. Guilmer nos indicó que agitáramos el mar con nuestras manos (lo más fuerte) y fue ahí cuando el show inició. Miles de lucecitas turquesas se desplazaban en el mar y nos iluminaban, y cuando sacábamos las manos se quedaban impregnadas por unos segundos.  

Si así eran nuestras manos, ¿Por qué no probar todo el cuerpo?, nos preguntábamos. En ese instante, nos dimos el chapuzón y dentro del agua nuestro cuerpo brillaba como si tuviéramos estrellas. Era inevitable no llenarse de la energía que la naturaleza nos regalaba.  

Queríamos registrar ese momento. Lástima que en la oscuridad fue imposible una foto o vídeo con estos llamados plancton bioluminiscente, unos diminutos microorganismos que, como las luciérnagas, emiten su propia luz azul. 

Cortesía de la Asociación Hotelera de Holbox.

Holbox, México 

Para vivir esa experiencia, solo nos tomó:  un avión a Cancún, un carro rentado en el aeropuerto, un ferry tomando desde el puerto de Chiquilá y un carrito de golf… Así fue nuestra bienvenida a México. A la Península de Yucatán y específicamente a la isla de Holbox.  

Hol-bo-(sh) como la pronuncian los mexicanos es el secreto mejor guardado del país, aunque en los últimos años sus playas paradisiacas y sus publicidades en Instagram la han convertido en el nuevo destino para quienes visitan la Riviera Maya. 

Esta pequeña isla tiene alma verde, es ‘eco-friendly’. No encontrarás pretenciosos hoteles, una vida nocturna bulliciosa o lujos. Tampoco calles pavimentadas ni autos, ya que en su lugar hay carritos de golf y bicicletas.

Ese es su encanto. Sentirse apartado del ruido, rodearse con pelícanos y flamencos, y disfrutar de una amplia playa color turquesa, mientras tomas una cerveza, una margarita o un mojito. 

Sin embargo, Holbox si tiene una oferta de hospedaje amplia. Sus hoteles son cómodos y elegantes, pero manteniendo una decoración rústica. Nosotros llegamos al Soho Boutique Holbox. Debido a la pandemia por el Covid19, solo días antes había reabierto, y al estar la zona de Riviera Maya en semáforo naranja, su capacidad debía ser del 30%.

¿Qué hacer?  

A lo que vinimos: La playa. Al no ser un destino masivo y estar en cuarentena mundial, teníamos kilómetros de arena fina, y el agua turquesa cristalina y sin olas solo para nosotras. Era el paraíso, a pesar de las altas temperaturas y el sol tan resplandeciente. Meses antes sus hamacas y columpios eran un atractivo, pero debido a la pandemia fueron retirados.  

Gilmer y Alfonso una vez más nos ofrecieron su tour de casi 4 horas. Esta vez sería en bote por tres islas pequeñas. El servicio era completo: una botella de tequila Don Julio 70, soda de toronja, agua, protector solar, repelente de mosquitos y música. ¡Estábamos listos!  

La primera fue una excursión para explorar la Isla de los Pájaros, que es el hogar de cerca de 100 especies de aves. La Isla Pasión fue la segunda parada, que es un islote que se puede rodear caminando por el mar. En todo el trayecto el agua te llega al tobillo.  

Y, la tercera es el cenote Yalahau, un sitio sagrado para la cultura Maya. Los nativos dicen que sus aguas son curativas y sumergirse ahí es rejuvenecer 5 años. Así que luego de 1 hora bañándonos teníamos 20 años. 

Sintiéndonos adolescentes continuamos descubriendo Holbox. Era el tiempo para pasear por el centro. Sus calles arenosas estaban con grandes pozos debido a la lluvia de días anteriores. Esquivando el agua, alcanzamos a ver algunos de sus famosos y coloridos murales. Junto a ellos locales de artesanías mexicanas y las casas también con colores pasteles. 

Mi hora favorita de acercaba: la de la caída del sol. El mejor sitio para disfrutarlo era Punta Cocos. Esta vez encontramos en nuestra ruta dos bares en la playa: Coralina y el Chiringuito. Eran los lugares indicados para disfrutar los mosaicos de colores comiendo unos tacos de camarón con una “paloma” (bebida hecha con tequila y refresco de toronja).  

Holbox tiene otras atracciones como andar en bicicleta por Punta Mosquito (extremo este de la isla), ver al tiburón ballena (entre junio y agosto), bucear, pescar y bañarse junto con los flamencos.  

Al otro día y horas antes de subirnos al ferry, nuestra parada obligatoria era en Roots para probar la mejor pizza de langosta hecha en horno de leña.  Una fina masa cubierta con pedacitos del crustáceo se deshacía en nuestra boca. Tan recomendada que entre 5 nos comimos 4 pizza familiares. ¡Ah! Y para una buena despedida, vale acompañarlo con un Frida Kahlo (tequila con pepino, menta y limón).

Holbox, que en Maya significa Hoyo Negro, fue nuestro lugar perfecto para escaparnos y desconectarnos (con todas las precauciones debidas) de todo lo que ha ocurrido en este 2020. Sus habitantes viven también del turismo por lo que observamos rigurosamente cómo siguen al pie de la letra todos los protocolos de desinfección e higiene. Ellos nos dieron la confianza de que estábamos en las mejores manos; y su atmósfera, en la mejor isla.

Para Anotar:    

  • Holbox está ubicado al norte de la Península de Yucatán en México.  
  • Lo rodea las aguas del Golfo de México.  
  • Es parte de la Reserva Natural Yum Balam.
  • Es una isla de 40 kilómetros de largo y 2 km. de ancho.  
  • Idioma: español.  
  • Moneda: El peso mexicano. Es mejor llevar efectivo pues hay pocos cajeros automáticos en la isla y ya al mediodía no tienen dinero.  
  • Transportación: Bicicletas y taxis que son carros de golf. 
  • ¿Cómo llegar? En ferry, que sale desde el puerto de Chiquilá y vale 200 pesos (9USD), botes privados por el mismo precio por persona o tomar vuelo privado que vale entre 550 y 1200 USD.  

Finding my road

1 Comment

Leave a Comment

es_ESSpanish