America

adventuraadventureAmericaLifestyleNational Parksphotographyroad triptraveltripsturismoUnited StateutahVacations

A QUICK STOP AT KANARRA FALLS

IMG_4879

I closed my eyes for a couple of minutes. All I could hear was the sound of the water flowing in the river. I was at a higher plane of tranquility, under a spell. The city noise was gone and this time it wasn’t my sleep machine or my YouTube audios for meditation. 

Sucedía en vivo y a medida que me acercaba a la montaña, su sonido era más intenso. Al igual que el canto de los pájaros que me acompañaban en mi caminata. 

Mi amigo y yo estábamos solos en medio de la naturaleza. Mientras entrábamos al cañón por el arroyo y nuestro camino se estrechaba, el paisaje se volvía alucinante por la poca entrada de luz. Era el mejor momento para recargar energías. 

Esta conexión con la naturaleza ocurrió en las cascadas de Kanarra, cerca del Parque Nacional Zion, en el estado de Utah (el oeste de Estados Unidos), conocido por sus formaciones geológicas rocosas que evocan al planeta Marte. 

¿Cómo llegar? 

Kanarra Falls is becoming the new place for adventure seekers because of its short paths, the similarity with cañón del Antílope, plus a creek, and the gorgeous and thoroughly photographed waterfalls. It’s the perfect route to add to your itinerary inside los parques nacionales de Utah 

Era finales de noviembre y acompañaba a un amigo a manejar desde Los Ángeles hasta Nueva York (costa oeste a este). Salimos de Las Vegas a las 5am y casi dos horas y media después hicimos una parada rápida. Sin planear comenzamos la aventura. 

La manera más fácil es llegar manejando desde Las Vegas (2 horas y media) o desde la ciudad de Salt Lake (cuatro horas y media). Otra opción es dormir en Cedar (a 15 minutos) o St. George (1hora). 

¿Qué empacar?  

Lo más importante y lo primero que hay que empacar: zapatos para agua, botas para caminatas o medias de lana que sean para excursión. En otoño y primavera, el agua es helada y parte del camino es sobre el río. 

Por viajar sin mucha planificación, andaba con zapatos deportivos blancos (que volvieron llenos de lodo y arcilla) y por más que cruzaba lentamente pisando las piedras o saltando entre los cauces hubo un punto donde no tenía otra opción que mojarme. En cambio, mi amigo estaba preparado.  

En todo caso, el agua no es profunda. Durante el recorrido hacia la primera cascada, llega hasta el tobillo.

Es importante empacar una mochila, botellas con agua y protector solar. 
 

La expedición  

La caminata es moderada y corta. La duración total es de 2 a 3 horas, pero depende si avanzas hasta la tercera cascada. Aunque la mejor vista la tiene la primera caída de agua.  

Al comienzo es plano, despué se sube por la colina, luego entre ramas, por las rocas y saltando riachuelos. El sendero no está señalizado, pero no es complicado ver la ruta. A medida que uno se acerca al cañón, el trayecto se estrecha y hay que adentrarse para poder ver la primera cascada. 

Una vez adentro es paisaje es asombroso. 

Las formaciones rocosas erosionadas, el color del cañón, la cascada, un tronco y una escalera de madera fueron el marco de la primera parada de Kanarras. Subiendo se llega a las otras dos estaciones, pero la mejor y la más fotografiable sin duda es esta. 

Mis zapatos inadecuados me impidieron seguir hacia la segunda cascada, pues la escalera era resbaladiza y el agua, heladísima. ¡Aprendí mi lección!  

Sin embargo, aproveché ese momento para deleitar mi vista y mantener ese contacto con la belleza natural que ofrece el estado de Utah, mientras mi amigo se adelantaba.  

Para anotar    

·    The ticket cost 12 USD per person with parking included.  

·    Only 150 persons are allowed to enter per day. I recommended you to buy it before on their website www.kanarrafalls.com  

·    Pets are not allowed on the trail and it’s also not intended for kids under 6 years old. 

·    The best seasons are the Spring and Fall.   

·    There is a restroom just a bit after the trail begins, and at the parking lot. 

AmericaBeachMéxicophotography

La nueva normalidad en Riviera Maya

IMG_0595

Holidays, travel, sightseeing, expeditions, tours, cruises… these the are words that in the times of the pandemic have been taken away from our vocabulary.  Even thinking about them causes frustration, because all those plans to visit another country fell apart during 2020.  

Definitivamente, en tiempos de Covid19, viajar no es la opción más acertada y quedarse en casa es la mejor manera de protegerse.  

Pero, hay quienes (me incluyo) pasamos chequeando esos vuelos baratísimos, hoteles con precios ridículos y restricciones de cada país, y queremos vencer el miedo al tomar “ese” riesgo. Al mismo tiempo, hay un sector turístico que necesita sobrevivir en medio de la crisis.  

Fue así como en julio llegué a la Riviera Maya, en México. Luego de informarme cuales son los sitios más seguros y que medidas de protección se deberían tener en cuenta. Playa del Carmen, Tulum y Holbox fueron los más acertados. Días antes, la zona había recibido el Sello internacional ‘Safe Travel’, que se los otorga la organización World Travel & Tourism Council, por cumplir con altos estándares de protección.  

El área comenzó desde junio a trabajar con una capacidad del 30% al 50% (semáforo epidemiológico naranja) así que era poco probable una aglomeración. Sus playas estaban cerradas, menos Holbox, por lo que busqué opciones de distracción y con el menor peligro de contagio.  

LOS AEROPUERTOS DESOLADOS

Nos repiten que el aeropuerto es el sitio más inseguro. Por mi experiencia personal, no lo sentí de esa manera. Quedé boquiabierta al entrar a la terminal 4 del John F. Kennedy, en Nueva York. Era impresionante verla vacía.  

Al hacer el chequeo en línea, tener equipaje de mano y el boleto en mi celular me evité hacer fila en la aerolínea. En el punto de seguridad, los oficiales al igual que los pasajeros tenían la obligación de usar mascarillas. Nadie se te acerca al menos que la máquina detectora de metal suene y en cada rincón hay gel antibacterial.  

Viajé en Delta. En mi vuelo, 1 o 2 personas sentadas por fila. Me entregaron desinfectante, al abordar y cuando recibí una funda con agua y galletas.  

Casi 4 horas con la mascarilla es desafiante, pero las azafatas chequeaban regularmente si nos las sacábamos. La clave: lavarse las manos o desinfectárselas cuanto sea necesario. 

Al llegar, en el aeropuerto de Cancún, hay distancia social y todo luce desinfectado. Al regresar a Estados Unidos, en cambio, tuve que llenar una forma en línea donde confirmaba que no tenía síntomas ni que había estado con contacto con algún contagiado.   

HOLBOX

Mi primer destino fue la isla de Holbox. En esta ocasión preferí rentar un carro hasta el puerto de Chiquilá para luego tomar el barco. El ferry tiene limitada su capacidad y para ingresar hay que cruzar el túnel de desinfección. Incluso para subirse a los taxis (que son carros de golf) una vez más el uso de cubrebocas es obligatorio.  

Los hoteles tenían su capacidad al 30%, por lo que te sientes que eres el único hospedado. Sus empleados además de la mascarilla, se protegieron la cara con los protectores faciales. Ellos, tomaban la temperatura a sus huéspedes al momento de ingresar y desinfectaban los zapatos.   

Hay actividades que no requieren estar en grupo, los hoteles ofrecen tours privados de hasta 5 personas. La playa es amplia y puede ser que no veas otro turista nadar en el mar o bronceándose a una distancia de 10 metros.  

TULUM  

El segundo destino fue Tulum. En esta ocasión la opción fue rentar una casa en Airbnb. Sus dueños hicieron hincapié de que sus normas de higiene fueron rigurosas, pero no estaba de más tener toallas desinfectantes.  

Las restricciones por el covid19 y el exceso de sargazo (algas marinas) son las razones por las que estaba prohibido ingresar a las playas y a su zona arqueológica. Pero, Riviera Maya tiene un abanico de distracciones que incluye paseos a lagunas y cenotes (estanques naturales de agua dulce).   

Tulum es una de las ciudades mayas más visitadas en México, pero en esta ocasión solo se vieron locales. Sin embargo, es tan encantadora y con puntos de interés fotografiables que vale la pena recorrerlos en bicicleta, algo tradicional entre los turistas.   

Por 8 dólares renté una bicicleta por el día. Pedalear por la zona hotelera cercana a la playa fue una buena opción. 

El área es ideal para tomarse esas fotos perfectas para publicar en las redes sociales. Paradas obligatorias: El letrero “Follow de Dream”, de la tienda Lolita Lolita; los columpios de local de bebidas Matcha Mama; la escultura “Ven a la Luz” del artista Daniel Popper en el hotel “Ahau”; la entrada del hotel Selina, y el cenote dentro del restaurante Clandestino.  

Otra parada para disfrutar sin tener contacto con más turistas fue la laguna Kaan Luum. Esta gigante reserva natural abre desde la 9am. Lo caracteriza sus tonalidades, que van cambiando a medida que se vuelve más profundo. Además, tiene hamacas y columpios alrededor que hace la visita más placentera y relajante.   

Su precio es de 50 pesos (3USD). Adicional se puede rentar el equipo para hacer kayak o bucear.   

Uno de los sitios sagrados de los Mayas eran los cenotes, que son estanques de agua dulce con cuevas y ríos subterráneos. Son famosos a lo largo de la Península de Yucatán.  

Solo en Riviera Maya se puede bucear y nadar en unos 20 sitios. Cerca de Tulum está Gran Cenote, que es más abierto y amplio para respetar el distanciamiento. Aquí también, los protocolos de desinfección, de la nueva normalidad, se aplicaban y los empleados se preocupaban en evitar multitudes.   

RESTAURANTES

Las playas estaban cerradas, pero los restaurantes de los hoteles al pie del mar si funcionaban. Aún era posible, tomarse una margarita y comerse unos tacos, disfrutando de la brisa y de la vista.  

Así fue como en hoteles como Mi Amor, en Tulum y Mamitas, en Playa del Carmen incluso se pudo ingresar a la piscina sin pánico, ya que, por la limitación de turistas, estaban casi vacías.    

En Playa del Carmen, los restaurantes comenzaban a reactivarse. Al entrar, sus meseros completamente protegidos, le aplican a cada cliente desinfectante y les toman la temperatura. Asimismo, a cada mesa les colocaban letreros para notificar que están limpias y los menús eran códigos de barra que se escanean en el celular. Los bares y discotecas permanecían cerradas.   

Playa del Carmen

PASEO EN CATAMARÁN    

Mi último día en el Caribe Mexicano decidí tomar un tour por Isla Mujeres en un catamarán. Su capacidad reducida de 50 a 12 personas.   

Al ingresar al puerto en Cancún, a todos nos tomaron la temperatura, nos ofrecieron el gel antibacterial y para entrar al catamarán, nuestros zapatos se quedaron en una caja, que sus empleados desinfectaban.   

La tripulación jamás se sacó su mascarilla, pero los visitantes si pudimos hacerlo, mientras estuviéramos separados. También, para hacer buceo recibimos los equipos desechables. 

Durante mi semana en Riviera Maya, pude observar que el sector turístico continúa preparándose para esta nueva normalidad y para cuando la reapertura del área sea del 100 por ciento.   

El turismo es considerado un trabajo esencial en México por lo que sus habitantes siguen y nos hacen cumplir exhaustivamente los protocolos sanitarios para que el peligro de contagio sea mínimo y todos los viajeros sientan confianza de viajar a pesar de la incertidumbre que se vive en el mundo. 

PARA ANOTAR:   

  • Los parques de la cadena Xcaret están abiertos al público, pero con horarios reducidos. Lo mejor es chequear su página www.xcaret.com  
  • A partir del 7 septiembre, las playas de Riviera Maya (Cancún, Playa del Carmen, Tulum y otros municipios) ya entraron al semáforo amarillo. Sus playas comenzaron la reapertura en un 60-70%.   
  • El aeropuerto de Cancún y Cozumel están abiertos.   
  • No se necesita hacer cuarentena al arribar a México. Pero para información sobre las restricciones y el semáforo epidemiológico se puede ingresar a  https://reactivemosq.roo.gob.mx/  .

 

adventuraadventureAmericaBeachbucketlistMéxicotraveltripsturismo

Holbox: El paraíso mexicano

IMG_2330

Nos adentrábamos al fondo del mar. En medio de una completa oscuridad, solo seguíamos los pasos y las voces de nuestros guías Guilmer y Alfonso. ¿Miedo? ¡Jamás! Lo contrario.

Mis 5 amigas y yo nos sentíamos emocionadas por la absoluta tranquilidad, por el maravilloso espectáculo de estrellas del que éramos espectadoras y de lo que veríamos tan pronto avanzáramos unos pasos más.  

We were walking and the water barely cover our knees. Gilmer told us to move the water as strong as we can. Suddenly the performance started. The sea lighted up with thousands of turquoise lights. They were impregnated in our hands for seconds. 

Si así eran nuestras manos, ¿Por qué no probar todo el cuerpo?, nos preguntábamos. En ese instante, nos dimos el chapuzón y dentro del agua nuestro cuerpo brillaba como si tuviéramos estrellas. Era inevitable no llenarse de la energía que la naturaleza nos regalaba. 

Queríamos registrar ese momento. Lástima que en la oscuridad fue imposible una foto o vídeo con estos llamados plancton bioluminiscente, unos diminutos microorganismos que, como las luciérnagas, emiten su propia luz azul.  

Cortesía de la Asociación hotelera de Holbox

Holbox, México 

Para vivir esa experiencia, solo nos tomó: un avión a Cancún, un carro rentado en el aeropuerto, un ferry tomando desde el puerto de Chiquilá y un carrito de golf... Así fue nuestra bienvenida a México. A la Península de Yucatán y específicamente a la isla de Holbox. 

Hol-bo-(sh) como la pronuncian los mexicanos es el secreto mejor guardado del país, aunque en los últimos años sus playas paradisiacas y sus publicidades en Instagram la han convertido en el nuevo destino para quienes visitan la Riviera Maya.  

Esta pequeña isla tiene alma verde, es ‘eco-friendly’. No encontrarás pretenciosos hoteles, una vida nocturna bulliciosa o lujos. Tampoco calles pavimentadas ni autos, ya que en su lugar hay carritos de golf y bicicletas. 

Ese es su encanto. Sentirse apartado del ruido, rodearse con pelícanos y flamencos, y disfrutar de una amplia playa color turquesa, mientras tomas una cerveza, una margarita o un mojito. 

However, Holbox does have a wide range of accommodation. Its hotels are comfortable and elegant, but maintaining a rustic décor. We arrived at Soho Boutique Holbox. Due to the Pandemic by the Covid19, only days earlier the island had reopened, so its hosting capacity was 30%. 

¿Qué hacer?  

A lo que vinimos: La playa. Al no ser un destino masivo y estar en cuarentena mundial, teníamos kilómetros de arena fina, y el agua turquesa cristalina y sin olas solo para nosotras.

Era el paraíso, a pesar de las altas temperaturas y el sol tan resplandeciente. Meses antes sus hamacas y columpios eran un atractivo, pero debido a la pandemia fueron retirados.   

Gilmer y Alfonso una vez más nos ofrecieron su tour de casi 4 horas. Esta vez sería en bote por tres islas pequeñas. El servicio era completo: una botella de tequila Don Julio 70, soda de toronja, agua, protector solar, repelente de mosquitos y música. ¡Estábamos listos! 

La primera fue una excursión para explorar la Isla de los Pájaros, que es el hogar de cerca de 100 especies de aves. La Isla Pasión fue la segunda parada, que es un islote que se puede rodear caminando por el mar. En todo el trayecto el agua te llega al tobillo.  

Y, la tercera es el cenote Yalahau, un sitio sagrado para la cultura Maya. Los nativos dicen que sus aguas son curativas y sumergirse ahí es rejuvenecer 5 años. Así que luego de 1 hora bañándonos teníamos 20 años.   

Sintiéndonos adolescentes continuamos descubriendo Holbox. Era el tiempo para pasear por el centro. Sus calles arenosas estaban con grandes pozos debido a la lluvia de días anteriores. Esquivando el agua, alcanzamos a ver algunos de sus famosos y coloridos murales. Junto a ellos locales de artesanías mexicanas y las casas también con colores pasteles.   

It was almost time for my happy and favorite hour: the sunset. The best place to enjoy it was Punta Cocos. On our way, we found two beach clubs in front of the beach. Coralina and el Chiringuito. Both were the right and more comfortable places to see the mosaic of colors. Of course, with some shrimp tacos and a perfect paloma (drink with tequila, lime and grapefruit soda). 

Holbox tiene otras atracciones como andar en bicicleta por Punta Mosquito (extremo este de la isla), ver al tiburón ballena (entre junio y agosto), bucear, pescar y bañarse junto con los flamencos.  

Al otro día y horas antes de subirnos al ferry, nuestra parada obligatoria era en Roots para probar la mejor pizza de langosta hecha en horno de leña. Una fina masa cubierta con pedacitos del crustáceo se deshacía en nuestra boca. Tan recomendada que entre 5 nos comimos 4 pizza familiares. ¡Ah! Y para una buena despedida, vale acompañarlo con un Frida Kahlo (tequila con pepino, menta y limón). 

Holbox, que en Maya significa Hoyo Negro, fue nuestro lugar perfecto para escaparnos y desconectarnos (con todas las precauciones debidas) de todo lo que ha ocurrido en este 2020. Sus habitantes viven también del turismo por lo que observamos rigurosamente cómo siguen al pie de la letra todos los protocolos de desinfección e higiene. Ellos nos dieron la confianza de que estábamos en las mejores manos; y su atmósfera, en la mejor isla.  

PARA ANOTAR    

  • Holbox está ubicado al norte de la Península de Yucatán en México.   
  • Está localizado en el Golfo de México y es parte de la Reserva Natural de Yum Balam  
  • La Isla tiene 40 Km. de largo y 2 Km. de ancho   
  • Idioma: español   
  • Moneda: peso mexicano. Es mejor llevar efectivo pues hay pocos cajeros automáticos en la isla y ya al mediodía no tienen dinero.  
  • Transportación: Bicicletas y taxis que son carros de golf.   
  • ¿Cómo llegar? En ferry, que sale desde el puerto de Chiquilá y vale 200 pesos (9USD), botes privados por el mismo precio por persona o tomar vuelo privado que vale entre 550 y 1200 USD.  

Americabucketlistroad triptraveltripsturismoutahworldwide

Por la autopista US 89: Utah y Arizona

IMG_8372

Zion National Park was glowing with its reddish, pink, orange, and yellow hues. Its rocky and semi-desert landscape was the gateway to the state of Utah, in the United States. Driving through it felt like being immersed in a nature theme park. 

This is how I began my first road trip journey through the west of the country. After 10 years living in New York, it was about time to explore those spectacular national parks, still inhabited by American Indian communities. Driving from Las Vegas, Nevada, I went through Route 89, visiting 4 sites: Zion, Antelope Canyon, Horseshoe bend and Lake Powell. 

IMG_8237
Springale es el pueblo más cercano al Parque Nacional de Zion

Imposing walls, which form the canyon, majestic topography, hills, gorges, high precipices, lookouts, streams, lakes, ponds, swamps, desert… All of it is Zion.  

El parque tiene 15 senderos con caminatas fáciles, moderadas e intensas. Los buses gratuitos te llevan desde el parqueadero hasta el comienzo de cada trayecto. En mi caso elegí ‘Canyon Overlook’. Es el único lugar en el que puedes parquear el vehículo en un punto cercano. 

IMG_8206

La experiencia es fascinante. Parte del camino es tallado sobre las piedra, hay abismos en los que debes agarrarte de la sogas y subidas sobre rocas. El calor de julio, intenso. Pero con agua, ropa cómoda y gorra llegarás en una hora al punto panorámico, donde las montañas se entrelazan y le dan forma al cañón.  

‘Narrows’ es la más famosa y difícil porque caminas por el río Virgin y el trayecto es de 8 horas. En cambio, ‘Angels Landing’ es el "estrella", apta para los que no sufren de vértigo. Por tiempo no pude completar otro sendero porque debía manejar tres horas hasta llegar al pueblo de Page, cercano a mi siguiente punto. Antílope.  

cañón del Antílope,

Ubicado dentro del desierto en el estado de Arizona, para los indios Navajos, Antílope es su sitio espiritual, en el que ellos sienten esa armonía con la naturaleza.

Este cañón, con curvaturas en sus paredes, es sin duda uno de los sitios más fotografiados y visitados del país. Debido a su delgadez, la luz que penetra a la roca arenisca le da unos tonos naranja, amarillo y rojo espectaculares.

IMG_8354(Edited)

Solo se puede ingresar con un tour dirigido por Los Navajos. La mejor hora por su luz, 12pm. Conseguir esos tickets requiere de un golpe de suerte o hay que comprarlos con semanas de anticipación.  

Con suerte conseguí para las 11am. Durante la espera, el calor, una vez más, era intenso. Luego una camioneta nos llevó  por una ruta de arena hasta el Antílope Alto, donde ya la marejada de turistas hacía línea para ingresar. 

Adentro la atmósfera era única. Mágica. A medida que acercaba el mediodía, Antílope tenía una  fusión  de luces y sombras. En ciertos espacios era como estar dentro de la cueva. Tomarse fotos era desafiante por la cantidad de turistas y la estrechez del cañón. Y, se suma la forma del sitio porque no es circular. 

Luego de una hora entre este fantástico juego de colores, la siguiente parada era a 15 minutos. La Curva de la Herradura (Horseshoe bend).  

Horseshoe bend

Mi favorito. La vista natural más espectacular de Estados Unidos. Es como un lienzo. La altura del cañón, Glen, y el perfecto meandro rodeado por el rio Colorado (400m. de altura), te erizará  la piel y te dejará sin aliento.

La ruta desde el parqueadero hasta el borde, es muy corta. 15 minutos. Pero, al ser desierto y con la temperatura de 42 grados, hay decenas de letreros aconsejando llevar mucha agua y protección solar. Y, tienen razón porque a los 5 minutos era difícil hasta respirar y caminar.

Una vez en el mirador, solo hay que disfrutar de la vista. Llenarse de energía y fotografiar cada rincón. Los más arriesgados se acercaban al límite para conseguir el retrato perfecto. La mejor hora. La caída del sol. 

IMG_8375

Una vez culminada esta travesía, regresaba a Las Vegas. Pero un letrero de entrada al Lago Powell captó mi atención. Decenas de carros-casa estaban parqueados a lo largo del lago artificial que es el segundo reservorio más grande de Estados Unidos

Al ver el agua cristalina y con la temperatura tan alta, era imposible no sumergirse antes de regresar a Nevada. 

IMG_8384
El lago Powell se ubica entre Arizona y Utah.

Datos:

  • La entrada A Zion es de 35 USD por carro. El pase dura hasta una semana. 
  • En la zona no hay muchos pueblos cercanos. Las mejores opciones son Springdale (cerca de Zion) y Page ( Antílope). 
  • Antílope tiene dos cañones. Alto y bajo. La mejor vista es en el primero. La entrada vale 60 USD adultos. 30 USD niños. Solo se puede pagar en efectivo. 
  • Los aeropuertos cercanos a estos sitios son el del Las Vegas, Nevadas y el de Phoenix, Arizona. 
adventuraadventureAmericaBeachbucketlist

El Secreto de un Río Subterráneo

img134

Estábamos a 22 metros bajo tierra. Apagamos las linternas de nuestros cascos, nos quedamos callados e inmóviles por tres minutos. Mi primera vez experimentando el silencio total. Sin el sonido de las ambulancias, los trenes, los aviones y los gritos newyorkinos.

Tampoco se reflejaba ni un rayo de luz en la cueva. Era absolutamente oscuro. No podía ver ni el contorno de mis manos. Pero nunca tuve miedo, creo que ninguno lo sintió. Sólo disfrutábamos de esa paz y armonía que fuimos a buscar al sitio donde los “Dioses Mayas” se deleitaron por muchos siglos: Río Secreto.  

La expedición comenzó con un recorrido a pie por la selva durante 20 minutos. Vestíamos ropa especial y zapatos de agua. Antes tuvimos dejar en un casillero nuestras pertenencias y tomar un baño para eliminar todo el químico que tenemos en el cuerpo de esta manera no contaminabamos el agua. 

En una curva encontramos a un chamán, quien nos pidió hacer un círculo para iniciar el ritual. Fue la primera interacción con la cultura Maya. Con hierbas e inciensos repetía su oración para pedirles a los “Dioses” que bendigan nuestra travesía de casi dos horas por la reserva natural de la Riviera Mexicana.

Nada nos pasaría porque estábamos protegidos. Ellos habían aprobado nuestra visita. 

Tomados de la mano, por lo rocoso que era el camino, descendimos y entramos a éste sistema de cuevas de casi 12 kilómetros. Nos sumergimos en el agua. “Shit, it's freezing”, gritaban los turistas canadienses. En mi caso, contuve la respiración hasta que mi cuerpo se aclimatara al agua. 

Prendimos nuestras linternas... 

Imagen

Miramos a nuestro alrededor. Nuestra piel se erizó y tres de los ocho turistas quedaron boquiabiertos. Un ecosistema jamás visto. 

Era un río, sin corriente, escondido debajo de la superficie. Un color turquesa se reflejaba con nuestras luces. A los lados, los asombrábamos con la paredes rocosas blancas y amarillas ricas de estalagmitas, estalactitas y columnas de calcio.

Todas entrelazadas entre sí, como si alguien las hubiera esculpido. Teníamos prohibido tocarlas o sostenernos de ellas. Las grandes rocas en el agua nos hacia tropezar por lo que nuestra caminata era muy lenta. 

Imagen
Cortesía de Río Secreto

En ciertas áreas nos tocó nadar por la profundidad del río. “Cuidado beben de esta agua. Si lo hacen tendrán de seguro una piedra en el riñón”, nos explicaba el guía Yonathan al hablar sobre la riqueza en carbonato calcio que tiene el ecosistema. 

Sin embargo, nos permitió nadar y disfrutar el agua. Una vez más apagamos todo y volvimos a disfrutar de la oscuridad. Fueron solos dos minutos. Poco para relajarnos completamente y lo suficiente para deleitarnos. 

Imagen

Mientras seguíamos descendiendo, el guía nos indicaba que para los Mayas, las cuevas eran un sitio donde habitaban sus dioses porque el agua no había sido tocada por el hombre. Además, cuando descubrieron el área en el 2006, descubrieron restos arqueológicos.

Había transcurrido casi una hora y nuestra travesía aún continuaba. En cada sector la tonalidad de las paredes cambiaba e incluso las estalagmitas quedaron remplazadas por helictitas que lucían como corales o popcorn.

Imagen

También observamos algunas raíces de manglar y nos asustamos al ver un escorpión descansando en una roca pero tratamos de no gritar para no despertar a los murciélagos.

Recargados de la energía de Río Secreto, vimos una luz. Estabamos cerca de la salida. “Ven ese hueco allá arriba. Un zorro cayó mientras lo perseguían. Así fue como descubrieron esta reserva”, nos comentó Yonathan. 

Imagen

Al seguir caminando, el sitio aclaraba. Llegamos a la superficie y encontramos una vasija arqueológica, que probablemente pertenecía a la Cultura Maya. Era el fin de nuestra expedición.

Nos sentíamos privilegiados porque Río Secreto abrió sus puertas en el 2009. Es un lugar casi desconocido para muchos a pesar de ser parte de los destinos recomendados por la revista National Geographyc. 

Al terminar, brindamos emocionados con un anís para celebrar que volvimos sanos y salvos, y concluíamos la tarde con un almuerzo típico mexicano (tostadas, pollo tinga, sopa de lima).

Río Secreto nos enseñó que nuestro planeta nos sorprende con diferentes ecosistemas y lo rico de la vida es poder experimentar todo lo que la madre naturaleza ha diseñado para nosotros.

PARA ANOTAR:

  • Río Secreto está ubicado a 5 kilómetros al sur de Playa del Carmen, Quintana Roo, México.  
  • Las cuevas en la Península de Yucatán, México, están debajo del agua. Los acuíferos como Río Secreto se recargan gracias a la lluvia y se filtra a través de la roca caliza. 
  • Río Secreto es un ejemplo de turismo sustentable. Preservan la zona subterránea y la selva que esta encima de este.  
  • En la selva tienen felinos como el jaguar, puma, ocelote, tigrillo y jaguarundi. Existen venados, osos hormigueros, mapaches.
  • Dentro del ecosistema también viven seres únicos capaces de sobrevivir en la oscuridad perpetua. Estos son el camarón ciego, la dama blanca, escorpiones. 
  • La entrada tiene un valor de 75USD. 
Imagen
es_ESSpanish