Caótica, exótica y muy caliente. Llena de vida, movimiento, humo, contaminación y ruido. Así describiría Bangkok. La capital de Tailandia es un mosaico de colores, ornamentos, arquitectura, pinturas. No es una ciudad que enamora a primera vista, pero la gentileza y alegría de su gente te cautiva inmediatamente.
Conocida como la puerta de entrada del Sudeste Asiático, está compuesta rascacielos, templos, budas llenos de ofrendas, tuk tuks, mercados flotantes, puestos callejeros de comida y flores y el metro que recorre la ciudad. Eso sí, requiere de algunos días para conocerla mejor.
Mi parada obligatoria fue el Gran Palacio. Por 500 THB (15USD), conocerás este gigante complejo construido en 1782 y que compone una seria de majestuosos templos incluyendo al palacio real y el templo de Buda de Esmeralda, que es la más venerada del país.
La línea para entrar parece interminable. Y, adentro es una marejada de asiáticos que la visitan a diario. Al ingresar a los templos debes estar descalza y siempre cubierta. No puedes tomar fotos adentro.
Su decoración, sus pequeñas piezas labradas y las piedras preciosas que conforman cada pagoda tienen una belleza insuperable, que hará que te quedes boquiabierto. A unas pocas cuadras está el buda reclinado de Wat Pho, una estatua que mide 43 metros.
Bangkok no es solo templos. Tomando un tuk tuk (regateando el precio) y cruzando los atajos llegarás al Barrio Chino.
Aquí sus olores te envolverán, en especial el de pescado, para luego cruzar a Khao San Road, la calle de los mochileros que está llena de restaurantes y vida nocturna.
En la noche, mi siguiente parada fue a la torre Lebua, exactamente al SkyBar, el famoso ‘rooftop’ de la película Hangover 2 y conocido como una de las mejores terrazas del mundo. Desde el piso 64 tienes toda la vista iluminada de la ciudad.
El bar es pequeño y sin sillas. Siempre está lleno porque todos los turistas quieren vivir la experiencia. Pedir el Hangovertini, un coctel que fue especialmente creado y tiene licor de té verde y Martini Rosso, y creer que Bradley Cooper aparecerá bajando por las escaleras. Sus precios comienzan desde los 20USD.
Era el último día en Bangkok y de mi larga lista de sitios que me faltaba conocer estaba el centro arqueológico de Ayutthaya. El ícono del Tailandia.
Mi recorrido incluyó el Wat Maharat ( Templo de la Cabeza de Buda ). Y, aunque el conjunto está totalmente en ruinas, la famosa cabeza de buda rodeada de las raíces de un árbol, quizás es una de las fotografías más famosas de Tailandia .
En el complejo ruinoso se puede observar la cantidad de figuras de buda decapitadas durante la última invasión birmana que como castigo en la incursión decidieron destrozarlas.
El taxi (ida y vuelta) desde el hotel costó 30USD. También hay buses y trenes. El trayecto puede tomar unas 5 horas. Adentro, recomiendan rentar bicicletas o tomar tuk tuks para visitar todos los templos. Pero con los 40 grados de temperatura, decidí recorrer el parque en el taxi.
Lamentablemente, mi visita en Bangkok fue realmente corta. Hay otros sitios como el Mercado flotante y el Templo del Amanecer (Wat Arun) que no pueden pasar por alto. A pesar del poco tiempo, los 10 días en Tailandia fueron una experiencia inolvidable. Las sonrisas y la amabilidad de su gente serán el mejor recuerdo del país.